Os que seguimos estas publicacions, atopamonos emocionados vendo as cousas guapas que da nosa terra enseñas neste medio. Sigue esi e, seguiremos ilusionados as tuas historias
Pues le han salido soplos, remuevevientos, al monte por doquier. De esos que los autogeneran y aunque no sean molinos, pues nada muelen, van ganando terreno y a la vista asoman como gigantes zarandeando el paisaje con sus brazos trinitales. Paradoja futura. Insoportable sindios, sin espíritu, con hijos, criando hijuelas. En grupos, en hordas; cómo Atila...Ahí, tocando los unos, los hotros y los shuevos. Manda carallo...vintenove. Largos alineamientos que barrenan el oído, que perforan el suelo al que dejan yermo; el sentido. Un sinsentido tecnológico. A veces verlos revuelve agria la mirada y cuando sopla Eolo, o Céfiro, suenan zumbidos y deshacen del campo su apacible retiro. Retírenlos pues al mar, al borde; donde todo es llano y se ahoguen sonoros movimientos y sus aspan rocen las olas, en sus *panzas, con las que jueguen. Óxido fiero de fierro que con el tiempo alejados del cabotaje externo de las playas fueran puntos de amarre para el viento. Paravientos catavientos. Entre sí paralelos, para lelos *quijotes, sin puntas ni lanzas; mandando corrientes entre corrientes que electrifiquen las aguas y batallen con gimnotos de mares lejanos. Aléjense pues de estos que de los otros ya lo estamos...
Y de la foto, nada qué objetar, pues poco más queda. Sólo ver y contemplar. Su luz...perfecta, sin sombras Salú i Libertá
E un verdadeiro placer seguir as publicacions tan interesantes e fermosas que pois neste medio. Sigue esi e nos seguirrmos disfrutando contigo.
ResponderEliminarOs que seguimos estas publicacions, atopamonos emocionados vendo as cousas guapas que da nosa terra enseñas neste medio. Sigue esi e, seguiremos ilusionados as tuas historias
ResponderEliminarPues le han salido soplos, remuevevientos, al monte por doquier. De esos que los autogeneran y aunque no sean molinos, pues nada muelen, van ganando terreno y a la vista asoman como gigantes zarandeando el paisaje con sus brazos trinitales. Paradoja futura. Insoportable sindios, sin espíritu, con hijos, criando hijuelas. En grupos, en hordas; cómo Atila...Ahí, tocando los unos, los hotros y los shuevos. Manda carallo...vintenove. Largos alineamientos que barrenan el oído, que perforan el suelo al que dejan yermo; el sentido. Un sinsentido tecnológico.
ResponderEliminarA veces verlos revuelve agria la mirada y cuando sopla Eolo, o Céfiro, suenan zumbidos y deshacen del campo su apacible retiro.
Retírenlos pues al mar, al borde; donde todo es llano y se ahoguen sonoros movimientos y sus aspan rocen las olas, en sus *panzas, con las que jueguen. Óxido fiero de fierro que con el tiempo alejados del cabotaje externo de las playas fueran puntos de amarre para el viento. Paravientos catavientos. Entre sí paralelos, para lelos *quijotes, sin puntas ni lanzas; mandando corrientes entre corrientes que electrifiquen las aguas y batallen con gimnotos de mares lejanos.
Aléjense pues de estos que de los otros ya lo estamos...
Y de la foto, nada qué objetar, pues poco más queda. Sólo ver y contemplar. Su luz...perfecta, sin sombras
Salú i Libertá
[Los Hunos, los otros y los Suevos; ésa era la idea.
ResponderEliminarDe ahí: Los unos, los hotros, los Shuevos, aunque con minúscula]
Siempre consigues arrancarme una sonrisa
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