xoves, 23 de agosto de 2012

2 comentarios:

  1. ...Hay un libro estupendo, de Castelao, que leí hace unos treinta y tres años en el que su título es como el tuyo, más un pequeño añadido. ¿Supongo que éste tuyo es un recuerdo a ése?
    “Os cruceiros” son siempre curiosos, significativos, sugestivos y, me atrevería a decir, tristes y morriñentos( de nostalgia) ¿Por qué?
    En muchos casos demuestran ese carácter ecléctico del escultor, del cantero antes que escultor, del pueblo galaico en general. Aunque precedido del consejo secular astuto o del presbítero que influyendo en ellos intenta dejar su impronta a toda costa...
    La pena, de tristura, no de roca, es o fue que muchos (suficientes) fueron arrebatados a grandes y primitivos falos de piedra que definían un temperamento y carácter singular con el que, luego, los invasores romanos se encontraron.
    Aunque muchos, los "más recientes", están y han sido bellamente ornamentados siguieron arrebatando el lugar de unas rocas erectas que determinaban unos lugares paganos donde el conjunto de su población, clan o tribu se encomendaba a sus naturales condicionantes. Donde sus propios vínculos de unas sociedades emergentes pertenecían a la tierra y con la que se sentían profundamente unidos. Con los que calculaban mieses, siembras, siegas, ortos y ocasos. Donde en aras de un territorio definían ante los otros sus zonas de explotación y círculo familiar. La llegada, principalmente con los invasores y sus legio(nes), trajo una fuerte y, nuevamente, invasora forma de despojarlos de esos vínculos paleolíticos a los que sin servirles un verdadero culto no ocultaban su significado. En esa nueva llegada y ante nuevos pretores y otros, llegaron los muy oportunistas fagocitantes predadores que iban sembrando la semilla de algo que no pertenecía a estas tierras. Duras las tuvieron las legiones para, enfrentándose a las tribus galaicas, someterlas y, a su vez, tirándolos o convirtiéndolos en otros para sus prácticas. Aunque, justamente no fueron en esos tiempos cuando fue ocurriendo, sino en los venideros con los verdaderos bárbaros y a posteriori cuando cartografiando el terreno fueron predicando cuanta interesada doctrina añadían a la que ya había y así sincretizando ambas o más de cuantas, apropiándose de los lugares exactos, o casi; de la piedras o rocas fincadas, de las tierras y grandes altares de observancias para derrotar lo que a estas gentes les había correspondido siempre desde generaciones pretéritas...o de otros tiempos pluscuamperfectos.
    Esa es la pena, que no peña pero sí puñetera idea que hemos ido estudiando a lo largo de muchos años de constataciones antropológicas. ¿Y aun seguimos creyendo que las cruces son autóctonas? Autóctonos son los menhires, as PEDRAFITAS, as "pedras" fincadas, as mámoas, as motas, as moas, e moias,antas e as corras e cortellas…as lastras e palas, poldras e seixas…
    ...Os cruceiros de pedra (nos chans dos Galaicos, non dá Bretaña, nin dos Galecos) moitos sonche xeitosos e bonitos, cheos de figuras e retóricas...Mais as pedras fincadas no chao cheas de debuxos e gravuras eran inda mais xeitosas e achegábanos ca terra onde un día saimos pra escomenzar outras novas andainas, novas migracións; lonxe, poidera ser preto das estrelas...
    [Hay usos, a propósito, mezclados de palabras y otras a la usanzas rurales o locales]

    Breves saúdos
    Deica d:D´

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  2. ...Ah, esquecíalleme. Tudo o que publicas nas túas boas daguerres é estupendo.Xeitoso e macanudo. Gris, pedras, rocha, prado, eidos e lameiros, verde, herba, gris, azuis, ceo, liquen, brión, uzal e uceiras, ruda e rudeiras, cereais, cementos, micas, gris, madeira, augas, craros, gris,terra, fervenzas; ata eucaliptos. Todo.
    Sonche fermosas e cheas de encantantamento e morriña...
    DL·C d:D´

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